A diferencia de la parte principal de la serie, la piedra angular de Monster Sub-Saga no es la historia, sino todo lo relacionado con la captura y entrenamiento de monstruos. Lo que es realmente sorprendente para nosotros esta vez: más de 500 criaturas conforman un bestiario impresionante, que incluye tanto enemigos clásicos como otros enemigos nuevos que hacen su debut en El Príncipe Oscuro.
Si tuviéramos que destacar una de las grandes cosas de Dragon Quest Monsters: Prince of Darkness, sería adictivo dominar todos esos monstruos. Porque el sistema de captura es muy sencillo y apasionante, porque se basa en el nivel de éxito que depende de la rareza y poder del monstruo y de las acciones que realicemos durante la batalla.
La premisa se diferencia del juego principal de Dragon Quest en que no son nuestros héroes los que luchan, sino monstruos a los que domesticamos y capturamos al estilo Pokémon. (Por cierto, no es un secreto de la similitud de estilo de juego con Pokémon así que es normal el baremo de comparación con el que se le calificará).
En El príncipe Oscuro, nos movemos por un mapa 3D y vemos monstruos en el mapa. Si los tocamos la pantalla entra en una batalla por turnos. A diferencia de Pokémon, donde siempre hay cuatro monstruos (y cuatro submarinos) en batalla, las batallas suelen ser contra tres o cuatro monstruos. Si nuestro equipo es lo suficientemente fuerte, tendremos la opción de reunirlos y enviarlos a nuestro equipo o dejarlos.
Una de las mayores diferencias con Pokémon: no controlamos monstruos directamente (o al menos no de forma predeterminada). Aunque podemos dar órdenes a los monstruos y elegir a quién atacar, la mayoría de las veces los dejamos «libres»: cuando luchamos contra ellos, ellos deciden qué ataques realizar y a quién atacar. Pero, por supuesto, no es tan sencillo: el sistema de batalla es profundo, y el éxito depende en gran medida de nuestra preparación para la batalla, no de las decisiones que tomemos durante la batalla.
Pero no todo es color de rosas…
Un problema de Dragon Quest Monsters: Prince of Darkness es que es un título irregular. Atrapar, entrenar y sintetizar monstruos son sus principales puntos fuertes, y como el Bestiario es grande y variado, a los fans de la fórmula Pokémon y del coleccionismo de videojuegos les encantará, no tenemos ninguna duda.
Uno de los puntos malos fue que el diseño de niveles no estaba particularmente inspirado y la exploración no fue tan satisfactoria como esperábamos, ya que la mayoría de las escenas simplemente se saltaron.
Lo único que encontramos realmente interesante en términos de explorar la mecánica fue la necesidad de provocar repetidamente el mismo escenario, ya que los períodos de tiempo afectan la aparición de ciertas especies además de la temporada. Entonces, si realmente los quieres todos, tendrás que visitar cada lugar del mundo más de una vez y tal vez incluso te veas obligado a tomar notas antes de salir a cazar.
Algo muy importante y que no queremos dejar fuera de tema, es su calidad gráfica. La imagen de arriba es del Gameplay en tiempo real, no es que nosotros hayamos subido una de mala calidad. Creo que en cuanto a eso esta la respuesta que nos espera de los gráficos.
La jugabilidad es muy repetitiva, y como la historia es tan difícil de seguir, también es aburrida: llegas a un lugar nuevo y ser atrapado por algunos monstruos.
Finalmente
Dragon Quest Monsters: El Príncipe Oscuro es un juego divertido para cualquier jugador al que le guste la fórmula Pokémon, ya que los sistemas de captura, entrenamiento y síntesis brindan una experiencia profunda y llena de variedad. El combate es divertido y enfrentarse a todos es un desafío realmente apasionante. Sin embargo, la historia no avanza del todo, el diseño de niveles es muy plano y los problemas técnicos finalmente frenan el juego y, como dije, el juego se puede recomendar a los fanáticos de la Saga, pero para el resto puede quedar quizá un poco corto.
